Historia de las Discotheques en la Ciudad de México

La moderna y lujosa entrada principal del Hotel Bamer, situado en la esquina de la avenida Juárez y Luis Moya, en una fotografía tomada poco después de su inauguración en 1953. Imagen: Col. Villasana-Torres

A finales de los años setenta, tuvo lugar una evolución en la diversión nocturna y de esta transformación, surgió la necesidad de crear las Discotecas o Clubes privados.  Eran llamadas también Disco, por su influencia en la música que incluía ritmos R&B, Funk, y Soul, dejando ya atrás el Bump y el Hustle que se estaba ya desvaneciendo. Algunos hoteles de la capital tuvieron sus propias Discos.

Antecedentes

Durante el vibrante y dinámico Distrito Federal de los años setenta, la vida nocturna contaba con una variada oferta de diversión para todos los gustos y presupuestos. De los más refinados hasta los más casuales. La ahora Ciudad de México gozaba de libertad y seguridad y el panorama de entretenimiento comenzaba con centros nocturnos en donde había espectáculos con artistas de talla nacional e internacional de la época, así como con aclamadas vedettes. Se iba a cenar y a ver la variedad. Contaban también con una pista para bailar y así pasar una velada inolvidable. De igual forma, había peñas, salones de baile y cabarets de diferentes categorías, los cuales podían ser desde un burlesque o carpa. Algunos cabarets finalmente, terminaron convirtiéndose en Table Dance.

Zona Centro y Colonia Juárez

Dentro de los centros nocturnos más importantes, se encontraba “El Capri”, el cual fungió como centro de espectáculos durante varias décadas. Se encontraba dentro del hotel Regis en la esquina de Avenida Juárez y Balderas; construido en 1910, fue famoso como punto de encuentro de la élite política, artistas y gente del espectáculo. Sin embargo, el hotel fue destruido en el terremoto de 1985, el cuál fue un parteaguas en la vida nocturna de la capital mexicana. Hoy en día, se encuentra la Plaza de la Solidaridad.

El hotel del Prado, ubicado en Av. Juárez No. 70 frente a la Alameda central contaba con el bar Montenegro y el salón Nicte-Ha.

El hotel Fiesta Palace, ubicado en Paseo de la Reforma No. 80, llamado posteriormente Crown Plaza, por último, el hotel Fiesta Americana contaba con el Salón terraza, el bar Las sillas, el Stelaris, el Quorum y el Barbarella.

El hotel Continental Hilton, ubicado en Paseo de la Reforma, contaba principalmente con el salón Belvedere en el piso 15 en donde se presentaba Olga Breeskin. El recinto sufrió daños estructurales durante el terremoto de 1985 por lo que fue demolido poco tiempo después y ahí se estableció ahí el jardín “Jesús Reyes Heroles”.

El Patio fue por mucho tiempo, el lugar famoso e icónico para ir a disfrutar del show de Juan Gabriel y de José José, entre muchos otros más. Se encontraba ubicado en Atenas 9; tiempo después de estar abandonado, fue vandalizado y quemado.

Zona Rosa

Era un área cosmopolita concentrando una gran cantidad de boutiques, hoteles, bares, restaurantes, galerías de arte, cafés, y librerías. También era conocida por su atractiva y variada vida nocturna.

Enclavado en plena Zona Rosa, se encontraba el conjunto Marrakech llamado “el lugar”. Contaba con cuatro lugares, La Madelón con música mexicana, El Morocco para reír y bailar, Casablanca con espectáculos de corte internacional siendo el último en haberse estrenado. Por último, Valentinos Disco Romance. Se encontraba ubicado en Florencia No. 36.

Maquiavelo, con capacidad para doscientas ochenta personas, con dirección en Amberes No. 65 esquina con Liverpool.

El Señorial, ubicado en Hamburgo No. 18, contaba con varios salones. En primer lugar, “El pájaro loco” con música viva y variedad. En segundo lugar, “El elefante rosa” con diversión y entretenimiento. Finalmente, “La boite” para cenar y bailar. Años más tarde, estuvo el Sugar en donde tocaba el grupo OKEY.

“Gitanerías”, con dirección en la calle Oaxaca No. 15, en la colonia Roma, especializado en espectáculos en vivo basados en el folklore español.

Zona Sur

“Apache 14”, ubicado en Av. Revolución No. 1861.

Época Disco

Las Discos, pasaron a ser llamadas clubes nocturnos o “Nightclubs” (En inglés) en los que la aventura comenzaba al llegar a la cadena flanqueada por porteros o cadeneros serios, corpulentos y en algunas ocasiones; prepotentes y altaneros. El acceso era restringido para socios e invitados mayores de edad por el consumo de alcohol y cigarros y se podía ejercer el derecho de admisión.

A finales de los años ochenta, se implementaron las tardeadas principalmente los fines de semana con el propósito de cubrir el segmento del público adolescente.

En cuanto la cadena era alzada, después de darte el visto bueno a ti y a los que venían contigo, pasabas a una recepción con guardarropas para pagar el correspondiente cover o derecho de admisión previa a una revisión por parte del personal de seguridad para examinar si llevabas armas, pirotecnia, u otros objetos como cuchillos o navajas que pusieran en riesgo la seguridad.

Este personal de seguridad también controlaba broncas dentro del lugar y sacaba a las personas non gratas. En algunos casos, impedían el ingreso o solicitaban que una persona se retirara por demostrar actitudes violentas, comportamiento agresivo, provocando disturbios y/o molestias para otras personas.

O bien, teniendo claras señales de haber consumido drogas. Así mismo, estar en un evidente estado de embriaguez, poniendo en peligro al resto de los asistentes.

Pero una vez pagando el cover y pasando al recinto, era como si te hubiesen abierto las puertas del paraíso, ya que estabas dentro del lugar de moda a los que solo unos cuantos eran bienvenidos. El ambiente era obscuro, y los capitanes de meseros, te acompañaban a la mesa. El mesero tomaba la orden y los garroteros limpiaban los ceniceros, así como el mantel si era necesario. En los baños, contaban generalmente con una pequeña miscelánea en donde podías conseguir desde pastillas para el aliento, Alka Seltzer, cigarros, toallas sanitarias, dulces, sal de uvas, chicles, aspirinas, Pepto Bismol, etc. Rondaban también por los pasillos las famosas cigarreras ofreciendo cigarros y dulces, así como los fotógrafos para capturar el momento y poner la foto en un marco de cartón con el logotipo del lugar.

Muchos jóvenes de la época presumían sus membresías en su cartera, o bien, portaban placas y/o calcomanías de las discos de moda a las que eran asiduos en sus flamantes autos equipados con estéreos, ecualizadores, y bocinas para seguir escuchando la música del momento que algún DJ les grabó por un módico precio.

Las discos abrían generalmente sus puertas de jueves a sábado, aunque algunas abrían casi todos los días. El acceso comenzaba regularmente entre 9:00 y 10:00 PM. y al filo de la media noche por lo general, comenzaba el show de luces o “levantón”. Se subía el volumen a grandes decibeles y se abría la pista para que comenzaran a bailar. Esto transcurría comúnmente los viernes y sábados. Los jueves u otros días que había cocteles, abrían una hora antes por lo general. Contaban con un tiempo de barra libre, el cuál podría variar entre una a dos horas.

El consumo era principalmente con botellas en la mesa de Añejo, Whisky, y champaña en la zona VIP (Cubetas de chelas como hoy en día en los antros, ni soñarlo) Había también conciertos y shows (Ya que eran llamadas también Disco & Concert Hall) A menudo tenían un bar o barras, así como una pista de baile y una cabina (Por lo general en lo alto) para el Disc Jockey que mezclaba música con acetatos en tres o más tornamesas y una mezcladora, así como un Light jockey que se hacía cargo de la iluminación. Algunas discos contaban con exhibiciones de rayo láser.

Había desde pin beams para la iluminación de pasillos y algunas mesas, así como un despliegue de luces Par64, barredoras y posteriormente, la incorporación de luces de robótica como Moonflowers, Jupiters, Intelabeams, Venus, etc. Algunos lugares tenían máquinas de humo (Generalmente marca CR20) para crear un ambiente mágico y místico, así como contar con pirotecnia (Pyropack) Las inversiones por lo general, eran de millones de dólares.

La capacidad de cada lugar variaba en tamaño y contaba con un aforo máximo autorizado por la ley. La disposición arquitectónica de la misma usualmente estaba dividida por desniveles. Se tenía que cumplir con un horario de apertura y uno de cierre del lugar.

No había redes sociales para publicar hashtag odio, discriminación, racistas, etc., si no eras admitido. Eran lugares que aceptaban sólo a clientes mayores de edad, aunque muchos falsificaron su cartilla para poder ser admitidos. El código de vestimenta era estricto y especifico. No estaban permitidos los zapatos tenis ni tampoco los jeans, aunque estos fueran de marca, Jordache, Sergio Valente, CK, y posteriormente Guess, entre muchas otras marcas más.

No se les llamaba antros, esos eran los de mala muerte. Los antros, impusieron su moda a partir de los años noventa y principalmente en la demarcación de la aquella Delegación Cuauhtémoc, preponderantemente en las colonias Centro, Roma, Juárez, Condesa, y Cuauhtémoc. De igual forma, en algunas áreas de la zona sur.

No sé qué tan cierto sea, pero una vez escuché que una disco asemejaba la obscuridad de estar dentro del vientre materno y la música con pulsaciones por minuto, similares a las de sentir las del corazón de la madre.

No tengo la fecha exacta de la inauguración de las primeras Discos, pero si un aproximado en cuanto a fechas y segmentaremos las zonas en las que comenzaron.

Las Primeras Discos

Zona Centro y Colonia Juárez

En el Hotel Bamer ubicado en Av. Juárez No. 52, se encontraba Disco Bank, y el bar Bamerette en el piso 15.

Tras los sismos de 1985, los hoteles Alameda, Regis y Del Prado desaparecieron de la emblemática avenida. A pesar de la tragedia, el Hotel Bamer se mantuvo firme y soportó la sacudida. Hace poco más de una década, cerró definitivamente sus puertas en donde sólo funcionaba el restaurante en la planta baja.

El hotel fue vendido y desapareció para dar paso a un desarrollo habitacional integral de 90 departamentos con terrazas con vistas a la Alameda, y en la planta baja tiene un Sanborns.

La moderna y lujosa entrada principal del Hotel Bamer, situado en la esquina de la avenida Juárez y Luis Moya, en una fotografía tomada poco después de su inauguración en 1953. Imagen: Col. Villasana-Torres

Zona Rosa

La Disco “El Circo”, se encontraba dentro del aquel entonces Hotel Holiday Inn (Actualmente Hotel NH) y el show-bar “La cueva del jaguar”, ubicado en la calle de Liverpool no. 155.

Dentro del Cabaret Can Can que, tiempo después fue Mekano, se encontraba la Disco Black & White, ubicada en la esquina de Génova y Hamburgo.

La Disco “La Lechuga” se encontraba dentro del Hotel Aristos (hoy Marriott) en Paseo de la Reforma No. 276, en donde trabajó como D.J. Jorge Gallegos

La Disco “Quetzal”, comenzó junto al Vips ubicado en Niza No. 12, posteriormente en Paseo de la Reforma, y después estuvo un tiempo en la cima del Hotel de México (Hoy WTC) Reabrió sus puertas hace un par de años en la zona de Palmas.

La Disco “Azul” estaba ubicada en Niza No. 5, mientras que “Byblos”, estaba ubicada en Florencia 56.

Zona Norte

El Castillo del Yorsi estaba ubicado en Pafnuncio Padilla No. 17.  Contaba con dos recintos, primero el “Marbella” en la parte baja para cenar y bailar, y la Disco “la Jirafa” en la parte alta.

“La Tortuga”, en la Zona Azul de Satélite.

“La Capilla” (Después Privee) ubicado en Lomas de Sotelo sobre Periférico en donde tocó la D.J. María Antonieta Nuñez Orozco.

“Skyros” en Boulevar Manuel Ávila Camacho junto al Toreo de Cuatro Caminos.

Polanco

Disco “El Chapulín” (Posteriormente, Studio 84) ubicado dentro del Hotel Presidente Chapultepec, en Campos Elíseos No. 218, Polanco.

Disco “Cero Cero” y el bar “Las Yardas” dentro del Hotel Camino Real, ubicado en Mariano Escobedo No. 700, colonia Anzures.

Zona Sur

“Karibbean” Disco Club, se encontraba en Av. Insurgentes Sur No. 2383, el cual había sido previamente “Mundo Feliz” y posteriormente “Kuality” frente al centro comercial “Relox”.

“Lady Tandem” (Posteriormente Nasty de Alejandro Pilgram) en Av. Insurgentes Sur No. 2239, y a unos pasos del Restaurante “Los Comerciales”.

Circus Hall y Saint Tropez, llamado después Circus Circus, Epaminondas, y finalmente News Pedregal de los hermanos Díaz. Hoy en día, es un edificio que alberga la sede de “Total Play”, ubicado en Av. San Jerónimo No. 252.

“Vog” de Pocholo Martínez, ubicado en Av. San Jerónimo No. 220 junto al Restaurante Mauna Loa, el cual tenía también un Bar llamado el Corsario.

Y en San Angel, “Adaggio” en Av. Revolución.

Salsa

“Los infiernos”, ubicado en Insurgentes Sur No. 810, Col. Del Valle y denominado “La catedral de la salsa”.

“King Kong” en la calle de Mina No. 32, esquina con el Eje Central Lázaro Cárdenas en la Colonia Guerrero.

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